Ayer viernes se celebró el Caranval en los centros escolares de nuestros hijos. Pablo y Javi ya habían elegido de que irán vestidos estes año. Pablo de guitarra, mientras que Javi opto de príncipe.
El principal problema que nos encontramos con nuestros hijos es el cambio de rutina por eso nos ayudamos de las agendas y tableros de comunicaciones. Es verdad que disfrazarlos no fue tan fácil, aunque ya este año se notó menos resistencia respecto a años anteriores.
Ambos fueron disfrazados a sus repectivos colegios, y disfrutaron a su manera de la fiesta, aunque los ruidos y tantas personas pintadas y disfrazadas no eran de su agrado. Pero este año han participado que es lo importante, han sido uno más del colegio. Cuando volvieron del colegio intentamos que nos contaran cosas, aunque no tuvimos demasiado éxito. Pero conseguir que nuestros hijos expliquen algo de lo que ocurre en el colegio, continúa siendo muy complicado. Nos queda sus sonrisas, que nos demuestran que se lo han pasado muy bien, y alivia nuestra incertidumbre.
